Estimado Cesar:A propf3sito de tu reflexif3n riisueqa comentar algunos elementos, para nada exhaustivamente, que creo que deberedas considerar a la hora de realizar un pronunciamiento tan fuerte, y quize1 aventurado sobre un tema de tal importancia:1.No hay elementos suficientes que nos permitan ni siquiera suponer, que del hecho de cercenar la Escuela de Formacif3n Docente, y que las carreras de docencia sean asumindas por otras unidades acade9micas se deriva, necesariamente y con tanta certeza una mejora cualitativa en la formacif3n de educadores. Me parece aventurado considerar que esa es la solucif3n me1gica a los problemas que enfrentamos en la formacif3n docente.2.De lo anterior se sigue, que no hay porque dejarse llevar hacia una posicif3n poco credtica que considera que el resto de unidades acade9micas que comparten la formacif3n docente en la UCR, son una suerte de paraedso acade9mico ideal, al cual hay que llegar para formar buenos docentes. Todas las unidades acade9micas de esta Universidad y de cualquier otra poseen fortalezas y limitaciones, de manera que sea como sea la formacif3n de cualquier profesional en cualquier universidad, tendre1 carencias y virtudes, y esto sere1 ased siempre.3.En cualquier unidad acade9mica, considerada como un campo, existe un capital que este1 en juego (P.Bourdieu) y existen discursos, mecanismos y dispositivos de poder, (M.Foucault) , de manera que no podemos suponer a la ligera, que las unidades acade9micas que quieren realizar por su cuenta la formacif3n de docentes, lo hacen por puro altruismo, por solo buenas intenciones (esto puede obedecer a muchedsimos otros motivos) o por una suerte de elevacif3n de la conciencia a un nivel tan alto que le ha sido revelado a algunos que se han dado cuenta que esa es la solucif3n a los problemas de la educacif3n y de la formacif3n de docentes.4.Tampoco es posible sostener un discurso tan maniqueedsta como el que se expresa en tu reflexif3n, llevado hasta una idea extrema de “rebeliones” como si de repente la inspiracif3n descendif3 del cielo platf3nico y se encarnf3 en las otras unidades acade9micas, quienes iluminadas han decido que lo mejor es la separacif3n. No podemos ver la realidad de una forma tan simplista dividida en buenos y malos, Imperios y oprimidos, blancos y negros, (el problema es extra-moral direda Nietzsche), de modo que este argumento o estrategia discursiva podreda confundir a muchos, he ahed lo delicado del asunto, temas de tanta relevancia no se pueden abordar de una manera tan ligera y simplista.5.Por faltimo, creo que la segregacif3n interna de la Universidad, en te9rminos de la separacif3n de las unidades acade9micas que comparten la formacif3n de docentes, no es necesariamente una “revolucif3n” sino que me1s bien podreda considerarse una involucif3n, pues en este contexto, no se trata de crear parcelas cerradas, verdaderos feudos, se trata me1s bien del die1logo, la interaccif3n y la integracif3n, si queremos formar docentes de calidad.Un atento saludo.Luis Carlos Morales Zfaf1iga