Los 128 estudiantes que habitan en las seis residencias estudiantiles de la Universidad del Zulia (LUZ), denuncian que viven a merced del hampa. Así lo manifiesta Yohandri Hernández, coordinador general de la residencia El Olivar, en representación de los afectados, quien indicó que son víctimas de múltiples asaltos, robos dentro de las edificaciones y hasta de acoso sexual en el caso de las estudiantes. 

El hecho más reciente fue el de una estudiante del tercer semestre de Educación Integral que fue interceptada, la noche del miércoles pasado, por un motorizado armado y posteriormente violada cuando regresaba de clases a la quinta Lolita. Este suceso hizo a los residentes de LUZ tomar la sede del rectorado, el pasado jueves, como medida de protesta para que fueran atendidos por las autoridades universitarias. En la reunión, la vicerrectora académica, Judith Aular, se comprometió a brindar desde ayer mismo servicio de un vigilante en el turno nocturno, así como rondas de patrullaje por parte del Cuerpo de Policía del Estado Zulia (Cpez). Hasta el cierre de esta edición no se había iniciado este plan de seguridad.

"En esta residencia vivimos 14 estudiantes, han atracado a tres en lo que va de 2011; los ladrones nos interceptan cuando llegamos de clases porque esta zona es muy oscura y el alumbrado externo de la casa es precario. Nos han sometido con armas de fuego, siempre ronda por la zona una camioneta negra a la que vemos siempre que hay un asalto”, contó Adrián Morales estudiante de la facultad de Agronomía y habitante de la residencia San Pedro.

Los jóvenes contaron que las estudiantes son víctimas de acoso sexual por parte de dos sujetos que rondan por el sector Los Olivos.

"Hemos sido acosadas por dos hombres que apodamos ‘El Ejecutivo’ porque se la pasa bien vestido y con un maletín, es un hombre alto y calvo como de 55 años que nos dice obscenidades y ‘El Joven’ porque éste es un hombre de rasgos indígenas, como de 25 años, que siempre viste un pantalón deportivo roto en la parte de los genitales y que se masturba mientras nos persigue”, relató Hilda Ortiz, residente de la quinta El Olivar, estudiante de educación física.

El escenario de inseguridad se repite en otras casas que albergan a estudiantes foráneos, como el caso de la residencia Mi Santa, en la que viven 18 estudiantes que denuncian un saldo de un atraco semanal.

"Nos atracan en horas de la tarde, entre las 4:00 y las 5:00, no denunciamos porque sentimos que a nadie le interesa nuestra situación”, aseveró María Salas, estudiante de ingeniería mecánica.

Manifestaron que desde el año pasado han dirigido cartas al Departamento de Seguridad Integral (DSI), así como la Dirección de Desarrollo y Servicios Estudiantiles (Didse), ambas oficinas de LUZ, de la que, según los mismos estudiantes, solo han recibido la respuesta de que no hay presupuesto para solventar los problemas de las residencias.

Eduardo Ortega, residente de Nueva Lourdes, cuestionó: "No entendemos, si hace poco aprobaron unos recursos para las universidades, por qué nos siguen diciendo la misma excusa”.

El pasado mes de junio la ministra para la Educación Superior, Yadira Córdova, indicó que las universidades de todo el país recibieron 136 millones de bolívares por parte de ese ministerio para la cancelación de las providencias estudiantiles.

La vicerrectora académica indicó que de esas providencias ninguna partida fue para las residencias y que LUZ ha invertido recursos en las casas donde viven los estudiantes. "En 2010 dotamos de enseres a varias, los recursos que hemos recibido para éstas son para pagarlrs el arrendamiento. Mantenemos inspecciones para evitar irregularidades (...)”.

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